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El sector bancario


Los historiadores económicos (especialmente Friedman y Schwartz) hacen hincapié en la importancia de las numerosas quiebras bancarias. Las quiebras fueron en su mayoría en las zonas rurales de América. Las debilidades estructurales en la economía rural hizo a los bancos locales muy vulnerables. Los agricultores, ya profundamente endeudados, vieron caer en picado los precios agrícolas a finales de los años 20, y los tipos de interés reales sobre los préstamos se dispararon; sus tierras ya estaban demasiado hipotecadas (como consecuencia de la burbuja de 1919 en los precios de la tierra), y los precios de los cultivos eran demasiado bajos para permitirles pagar la deuda.


Los bancos pequeños, especialmente vinculados a la economía agrícola, estuvieron en constante crisis en la década de los 20, con muchos clientes morosos debido a la repentina subida de los tipos de interés reales. Hubo un flujo constante de quiebras entre los bancos más pequeños a lo largo del decenio.

Los bancos de ciudad también sufrieron la debilidad estructural, que les hizo vulnerables a un crash. Algunos de los bancos más grandes del país no mantuvieron suficientes reservas e invirtieron demasiado en el mercado de valores o hicieron préstamos de riesgo. Los préstamos del Banco de Nueva York a Alemania y América Latina fueron especialmente arriesgados. En otras palabras, el sistema bancario no estaba bien preparado para absorber el shock de una importante recesión. Los economistas han argumentado que una trampa de liquidez pudo haber contribuido a las quiebras bancarias.

Los economistas e historiadores debaten sobre cuánta responsabilidad de la Gran Depresión se le puede asignar al crash bursátil de Wall Street en 1929. El momento fue exacto, y la magnitud de la conmoción fue alta debido a las expectativas de prosperidad futura. La mayoría de los analistas creen que el mercado en 1928-29 fue una "burbuja" con precios muy superiores a los justificados por los fundamentales. Los economistas coinciden en que, de alguna manera, el crash tuvo influencia, pero no se ha estimado cuánta. Milton Friedman llegó a la siguiente conclusión: "no tengo ni la menor duda de que el colapso del mercado de valores en 1929 desempeñó un papel importante en la primera recesión".

El debate tiene tres partes: un grupo dice que el crash causó la depresión al disminuir de manera drástica las expectativas sobre el futuro y eliminar grandes sumas de capital de inversión; un segundo grupo dice que la economía ya iba hacia abajo desde el verano de 1929 y que el crash sólo lo ratificó; el tercer grupo dice que, en cualquiera de los casos, el crash no podría haber causado más que una simple recesión.

Hubo una breve recuperación en el mercado en Abril de 1930, pero los precios empezaron a caer de nuevo de manera constante a partir de ese momento, sin alcanzar un suelo final hasta Julio de 1932. Esta fue la disminución más grande a largo plazo de la Bolsa en Estados Unidos. Para pasar de una recesión en 1930 a una profunda depresión en 1931-32, había otros factores totalmente diferentes que debían entrar en juego.